CRISTO EN FLOR




Cristo en flor


Ayer oscurecieron los días
sobre los  cerezos en flor,
mientras las calles de espanto
empolvadas de cautiverios
quedaron largas de asfalto.

Los poros se limpian del aliento
desparramando aridez en la vida,
somos anacoretas de barro humano
entre desiertas manos compasivas,
hoy los trinos llenan balcones de vecinos.

El polvo se asienta en los caminos,
huertos hoy en flor, mañana desinfectados yermos,
ciudades y pueblos inmensos como tumbas,
enfermos sin comunicación ni familia,
buscamos voces sin usar palas ni rastrillos.

De la Agonía de Cristo salen lágrimas
si dejamos la angustia entre los olivos,
unidos cuando el amor palidece
su Cruz unge nuestros días
que esta enfermedad acorte.




TEXTO Y FOTOS JOSÉ TECLES

DESMONTE Y COSTALEROS


Imágenes del patrimonio de nuestra cofradía: sus cofrades y sus costaleros.


Ese martillo al llamar es emoción,
esas manos ante el peso suben,
esos hombros no se hunden
y luego saben mimar al Cristo
lo cuidan y limpian
y con paciencia esperan
otro año para portar lo.










CANCIÓN DE LA BUENA GENTE
(Lied über die guten Leute)

A la buena gente se la conoce
en que resulta mejor
cuando se la conoce. La buena gente
invita a mejorarla, porque
¿qué es lo que a uno le hace sensato? Escuchar
y que le digan algo.

Pero, al mismo tiempo,
mejoran al que los mira y a quien
miran. No solo porque nos ayudan
a buscar comida y claridad, sino más aún,
nos son útiles porque sabemos
que viven y transforman el mundo.

Cuando se acude a ellos, siempre se les encuentra.
Se acuerdan de la cara que tenían
cuando les vimos por última vez.
Por mucho que hayan cambiado
-pues ellos son los que más cambian-
aún resultan más reconocibles.

Son como una casa que ayudamos a construir.
No nos obligan a vivir en ella,
y en ocasiones no nos lo permiten.
Por poco que seamos, siempre podemos ir a ellos, pero tenemos que elegir lo que llevemos

La buena gente nos preocupa.
Parece que no pueden realizar nada solos,
proponen soluciones que exigen aún tareas.
En momentos difíciles de barcos naufragando,
de pronto descubrimos fija en nosotros su mirada inmensa.
Aunque tal como somos no les gustamos,
están de acuerdo, sin embargo, con nosotros.


BERTOLD BRECHT
(Poemas y Canciones 1940)




  

















Cuídalos Santísimo Cristo  
para que te lleven siempre rozando el techo,
ellos son la buena semilla
para los años venideros,
Domingo de Ramos que sea
para arrastrar nuestros sonidos
de toques y madera.



TEXTO Y FOTOS JOSÉ TECLES